domingo, 27 de enero de 2013
Hoy gracias a la magia de la lectura de domingo, descubrí en http://www.revistarumbos.com.ar, estas vivencias escritas por Vanesa Pacheco de Santiago del Estero.
En  tinta la escritora, vuelca su aprendizaje de vida y nos deja un mensaje en este turbulento día a día del incipiente 2013.
Aquí las comparto con ustedes, entre mate y mate.

Lo que entendí
La verdad nunca entendí el amor a ciertas cosas,
y hablo de ciertas cosas,
no de ciertas personas.
Cosas como los autos, las computadoras,
como los zapatos, la ropa, las revistas,
como las joyas, las carteras,
y una infinidad más de cosas.
Siempre comprendí mejor el amor al arte,
al deporte,
a una comida detalladamente elaborada,
a un amanecer asaltándonos en la habitación,
a una bebida embriagándonos la sien,
A unas caricias envolviéndonos la piel.
Entendí porque lo viví, el amor a la naturaleza
tan deslumbrante,
a la forma de la luna y el sol,
al brillo tan lejano de las estrellas,
al abrazo de mi madre,
a la palabra de un amigo,
a la mirada de mi padre,
a la complicidad de mi hermana,
a la guerra de mis enemigos,
a la bondad de aquel desconocido,
a la crítica de los maestros,
al llanto de un niño.
Comprendí de todo
y con todo aquello me perdí
a veces me quedé sin nada de aquel todo,
pero  también me quedé con todo
de lo que pensé que era nada.

0 comentarios:

Publicar un comentario