sábado, 30 de marzo de 2013

Eduardo Gómez Lestani, es  poeta, escritor, ensayista y dramaturgo nacido en Resistencia, provincia del Chaco, donde reside.
Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Córdoba donde se recibió de médico cirujano, y ocupó entre 1982 y 1984 la presidencia del Colegio Médico Gremial de Resistencia. Desempeñó diversos cargos en el gobierno provincial: Subsecretario de Promoción y Asistencia de la Comunidad (1973-1974) y subsecretario de Cultura (1987-1991). En el período 1974-1984 fue presidente de SADE (Sociedad Argentina de Escritores) del Chaco. Como novelista es autor de "Crónica del monte" y "Los envenenados y los ritos", entre otras. Su poesía, de tono coloquial, no se enreda en elaboradas metáforas; por el contrario, fijadas en el papel con las palabras precisas, adquiere densidad por la contundencia de su significado. "Del uno a la multitud" y "Odas populares" son dos de sus poemarios.
De su autoría es esta ODA AL MATE COCIDO que gustoso comparto con ustedes.

ODA AL MATE COCIDO
Después que Mario Nestoroff habló del mate,
lo mejor ya estuvo dicho.
Pero el no habló del cocido, la taza humeante y verdecita con sabor a colimba y pobrerío.
Ni del refrigerio de los empleados públicos con algunos bizcochitos pero exiliado al exterior de los despachos, al más allá de las alfombras
y del acondicionado aire.
El cocido se mimetiza con solo una galleta arriba de un andamio,
y es celebración para la magia de miles de ladrillos ordenados,
por el oficio, la cal y la plomada, allá, en el medio del viento.
El cocido con leche es solidario, desayuno y algo más, acá en el sur,
latinoamericano. Es el que piden los pobres en los barrios,cuando los políticos transitan la geografía del voto y la promesa.
Una taza de cocido con leche y un pancito, impiden en la escuela los desmayos,y el tiritar de los niñitos pálidos en frente de la misma enseña patria.

En nuestro corazón, sabemos, demasiado, que esa bandera al flamear, saluda, las maestras y a su sueño desvelado. A los niños ansiosos de saber,de galletas, de amor y de cocido. A los que anhelan, simplemente,
con el trabajo de sus manos alimentar a sus hijos.
Si los ministros, gobernadores, presidentes,títeres asombrados de la globalización, supieran, de qué modo late un corazón de niño frente a una taza de cocido.
O mejor si esos niños, un día, saben como ser dignos, libres,Argentinos.

¿Les gusto?, espero que si, nos volveremos a encontrar en el próximo apunte de yerba y mate, siempre mate en mano.

Juan Carlos Yerba
Cebador y Decidor 
de las cosas del Mate