sábado, 25 de mayo de 2013
Cuando los españoles desembarcaron en el Nuevo Mundo, pronto descubrieron el mate de los guaraníes. Lo más común es atribuir a Hernando Arias de Saavedra su descubrimiento, ya que en el año 1544 observó a los Guaraníes usando la yerba.
Muy pronto, el consumo se extendió hasta llegar a generar un intenso tráfico regular del producto, desde su zona de origen a todo el virreinato.
Luego, los jesuitas jugarían un papel decisivo en la difusión del consumo del mate, esto fue, porque organizaron la producción de la yerba e introdujeron el cultivo en algunas de sus ‘reducciones’ o ‘misiones’, en el noreste de la Argentina, el Brasil y Paraguay.
Con esta posibilidad de disponer de más yerba, el consumo se extendió mucho más.
Tal fue la aceptación de la infusión también como te que España, para competir con el té que comercializaban los ingleses, puso a la venta la yerba mate picada para hacer una infusión que se popularizó en Europa como el té de los Jesuitas.
Esto es muy interesante y permite explicar cómo empezó a popularizarse la tradición del mate, que en mucho es similar a la del té inglés.
Pero en 1767 el rey de España expulsó a los Jesuitas de todo el imperio Español, por razones políticas.
Tras el destierro de los sacerdotes Jesuitas de las Misiones vino el abandono de los yerbales cultivados por ellos y los Guaraníes.
Esto fomento un período de decadencia para la infusión del mate, pero a pesar de ello, sobrevivió el cultivo en varios lugares de las Misiones, y el consumo continuo a pesar de ser difícil conseguir yerba, por lo que pronto se organizo un negocio muy floreciente y rentable.
En otro apunte compartiremos algunas anécdotas de este comercio.
Buen fin de semana y Feliz día de la Patria.

Juan Carlos Yerba.